Esto es porque San Juan (São João en portugués), el patrón de los amantes, tiene una curiosa manera de manifestarse en Oporto. En esta fecha tan señalada, además de las miles de hogueras, bailes, cantos y fuegos artificiales, por toda la ciudad, un dato extraño es que todo el mundo se arma con grandes martillos de plástico, que utilizan para golpear la cabeza de la persona de la que están enamorados hasta que ¡ésta enloquezca, figuradamente, de amor!
Este es el festival más grande e importante de Porto y es una de las fiestas más animadas de la ciudad y de Europa. Existe un elemento religioso añadido a esta fiesta, pero ante todo es un evento que atrae a personas de todo el país hasta el centro histórico de Porto – que gracias al Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, proporciona un escenario impresionante para celebrar este acontecimiento. Desde las ocho de la tarde hasta la medianoche, la gente festeja y baila, esperando los petardos.
La música a alto volumen suena gracias a los amplificadores situados en la plaza principal, el olor de sardinas asadas proviene de las parrillas improvisadas a nivel de calle, miles de globos iluminan el cielo en las noches de verano y los barcos surcan el río con sus cargas, mientras que los felices lugareños y los expectantes turistas consiguen el mejor sitio para contemplar el evento principal – es decir, los espectaculares y grandiosos fuegos artificiales. Después, todo el mundo sale a divertirse por las estrechas calles del centro histórico de la ciudad, armados con martillos de plástico y tallos de ajos silvestres, con los que golpearán las cabezas de unos y otros. Es una tradición cuyos orígenes nadie parece recordar, pero que cada año se repite fervientemente. La acción se traslada entonces a las playas del estuario del Douro donde se inicia una fiesta multitudinaria que dura hasta bien entrada la madrugada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario