lunes, 27 de junio de 2011
La Gioconda el robo del cuadro
El domingo 20 de agosto de 1911, Vicenzo Peruggia un carpintero italiano que había trabajado en la pinacoteca, se ocultó en un pequeño almacén del museo para, a las 8 de la mañana del lunes 21, robar el cuadro, aprovechando el cierre al público para trabajos de mantenimiento, ocultando el óleo sobre tabla bajo su guardapolvo.
El inductor del robo fue un estafador argentino, Eduardo de Valfierno. Antes de pasar a encargar el robo a Perugia, encargó a Yves Chaudron- un excepcional falsificador marsellés- seis copias perfectas del cuadro, usando pigmentos, procedimientos y tablas de roble como soporte que pudieran pasar el examen más atento. Tras catorce meses de trabajo, las réplicas quedaron listas.
Una vez conocido el robo, seis ávidos compradores (cinco norteamericanos y uno brasileño) pagarían por las seis réplicas creyéndolas la verdadera obra. Entre 30 y 60 millones de dólares fue el fruto de esta maniobra.
Pero ¿qué sucedió con el cuadro original? Estuvo siempre en posesión de Perugia. Pero al no recibir ninguna comunicación de Valfierno , en 1913 se la ofreció a un anticuario de Florencia, Alfredo Geri. Tras citarle junto al director de la Galleria degli Uffizi para verificar la autenticidad en la habitación de un hotel florentino, Perugia es detenido. Durante diciembre la pintura será excepcionalmente expuesta en los Uffizi para ser devuelta a Francia el 31 de diciembre. Desde que volvió a ser colgada del Salon Carré del Louvre el 4 de enero de 1914, la historia del cuadro será más apacible.
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