miércoles, 14 de septiembre de 2011

Humor con rubias

Una rubia en un casino 

Una atractiva rubia irlandesa llegó al casino.

La chica parecía un poco ebria y apostó 20,000 Euros a un solo tiro de dados en una mesa en la que jugaban puros hombres en aquél momento.

Dijo: “Espero que no les importe, caballeros, pero me siento de suerte cuando estoy completamente desnuda”

Terminando de decir esto, la chica se quitó toda la ropa (que no era mucha) en un abrir y cerrar de ojos, ante la mirada atónita de los presentes.

Tiró los dados y dijo: “¡Vamos, papi, que mamá necesita ropa nueva!”


Y cuando los dados se detuvieron, comenzó a brincar incansablemente, con la mirada de los hombres que la rodeaban pegándosele a las voluptuosas formas mientras gritaba: “¡SÍ! ¡SÍ! ¡GANÉ! ¡GANÉ! Abrazó a cada uno de los empleados y de los jugadores, recogió sus ganancias, su ropa y salió rápidamente del casino.

Los encargados de la mesa se miraron confundidos. Finalmente, uno de ellos preguntó al otro: “¿Qué número tiró?” El otro respondió: “No lo sé. Pensé que tú estabas mirando.”

MORALEJAS:

No todos los irlandeses son borrachos
No todas las rubias son tontas
Pero todos los hombres son… hombres

Enviado por una amiga (pertenece a un club de mujeres, je).

Gracias Gelly !!! 


La rubia y el abogado
Un abogado y una rubia están en asientos contiguos, durante un largo vuelo de Los Angeles a Nueva York...

El abogado pregunta a la rubia si le gustaría jugar un juego muy entretenido. Ella está cansada, sólo quiere una siesta, declina amablemente la oferta y se da vuelta hacia la ventanilla buscando tranquilidad.

El abogado insiste: -"El juego es realmente fácil y muy entretenido: -Yo te hago una pregunta y si tú no sabes la respuesta, me pagas; luego me preguntas tú y si no sé la respuesta me toca pagar".

Una vez más, ella declina la oferta diplomáticamente e intenta conciliar el sueño. El terco abogado imagina que puede ganarle muy fácilmente y mejora la oferta: -"Está bien, qué tal si tú me pagas sólo 5 dólares, pero si yo no sé la respuesta te pago 500 dólares?".

Temiendo que el tormento no tenga fin y seducida por la ventaja ofrecida, la rubia acepta finalmente. El abogado hace la primera pregunta:

- "Cuál es la distancia entre la tierra y la luna?".

La rubia no dice nada, mete la mano en el bolsillo, saca un billete de 5 dólares y se lo pasa al abogado.

Y ahora es el turno de la rubia.

Pregunta al abogado: -"Qué sube una montaña con tres piernas, y baja de vuelta con cuatro?"

El abogado la mira absolutamente perplejo. Saca su computadora portátil y busca en todas sus referencias. Salta al Airphone con su módem y rastrea por todo Internet e incluso en la Biblioteca del Congreso.

Frustrado y furioso, envía e-mails a todos los colegas y amigos. Todo es en vano...

Luego de más de una hora buscando alguna posible respuesta, se da por vencido.

Despierta a la rubia y le entrega un billete de 500 dólares.

La rubia toma suavemente el billete, lo guarda, y se da vuelta para seguir durmiendo.

El abogado, que está realmente indignado, le pregunta:

"Bien, ¿cuál era la respuesta?".
Nuevamente sin decir palabra, la rubia mete la mano en el bolsillo, le da un billete de 5 al abogado y cierra los ojos para dormir.

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