Un vibrador vengativo.
Al menos eso es lo que la joven afirma en su demanda presentada contra los productos Pipedream, la compañía que vendió su consolador demoníaca. En su denuncia, publicado por el Servicio de Noticias Palacio de Justicia, la muchacha relató su experiencia:
"Durante el uso, sentí un dolor agudo intenso dentro de mi vagina. Mi novio me quiso quitar el juguete, que estaba cubierto de sangre. Pensé, muy brevemente, que había comenzado mi período, pero como el sangrado persistía, cada vez más pesado, tuve que utilizar todos mis toallas sanitarias".
A causa de esto, la joven perdió el conocimiento y ahora requiere una transfusión de sangre. Además demandó a la empresa Pipedreams por negligencia y violación de la garantía de reclamo de presión emocional y la búsqueda de una indemnización compensatoria por sus gastos médicos. ¿Ganará?
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