miércoles, 23 de diciembre de 2009

Cómo bailar bajo la lluvia

 Era una mañana agitada, eran las 8:30, cuando un señor mayor de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de su pulgar.



El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am.
Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo ví mirando su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida. Durante el examen, comprobé que estaba curado, entonces le pedí a uno de los doctores, algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida.

Mientras le realizaba las curaciones, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado. 

El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geríatrico para desayunar con su esposa. Le pregunté sobre la salud de ella.
El me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.  
Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde. 
Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo. 
Me sorprendió, y entonces le pregunté,

'Y usted sigue llendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quien es usted?'


El sonrió y me acarició la mano 
'Ella no sabe quien soy,  
pero yo aún se quien es ella.'
 


Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba, y pensé,

'Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida.'

El Amor Verdadero no es físico, ni romántico.  
El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será.
'La vida no se trata de cómo sobrevivir a una tempestad, 
sino cómo bailar bajo la lluvia.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Un niño italiano

-'Bendígame padre, porque he pecado.
He estado con una chica 'ligerona'.
El cura preguntó:
-¿Eres tú, pequeño Nicolás Romano?
-'Si, padre, soy yo'.
-'¿Y quién es la chica con la que estuviste?
-'No le puedo decir, padre, no quiero arruinar su reputación'.
-'Bien, Nico, estoy seguro de averiguar su nombre tarde o temprano,
por lo que deberías decírmelo ahora.
-¿Fue Tina Minetti?'
-'No puedo decirlo'.
-'¿Fue Teresa Mazzarelli?
-'Nunca lo diré'.
-'¿Fue Nina Cappelli?
-'Lo siento, pero no puedo nombrarla'.
-'¿Fue Cathy Piriano?'
-'Mis labios están sellados padre'.
-'Entonces ¿Fue Rosa Di Ángelo?
-'Por favor, padre ¡no le puedo decir!
El cura suspira en frustración y le dice:
-'Eres muy discreto, Nicolás Romano y te respeto por eso,
pero has pecado y debes cumplir una penitencia.
No podrás ser monaguillo durante los próximos cuatro meses.
Ahora vete y compórtate.
Nico regresa a su trabajo y su amigo Franco se le acerca y le susurra:
-'¿Qué conseguiste?
¡ Cuatro meses de vacaciones y el nombre de cinco locas !

sábado, 5 de diciembre de 2009

Arreglar el mundo


Un científico que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos.
Así que pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.
Cierto día, su hijo de 7 años invadió su laboratorio decidido a ayudarlo a trabajar.
El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle, con el objeto de distraer su atención.
De repente, se encontró con una revista en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.
Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo:
-Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie-.
El científico calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así
Pasadas algunas horas escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente:
-Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo-.
Al principio el padre no creyó en el niño.
Pensó que sería imposible que a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.
Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.
Pero para su sorpresa, el mapa estaba completo.
Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.
¿Cómo era posible?
¿Cómo el niño había sido capaz de hacerlo?
De esta manera el padre preguntó con asombro a su hijo:

-Hijito, tú no sabías cómo era el mundo
¿cómo lo lograste?-

El niño respondió:
-Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.
Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y ví que había arreglado al mundo-.